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La Nueva Economía Del Plástico

La nueva economía del plástico

Artículo basado en un reporte de la Fundación Ellen MacArthur sobre la nueva economía del plástico. El proyecto OLAS de Geocycle está perfectamente alineado a la visión planteada en el informe.

Los plásticos se han convertido en el caballo de batalla de la economía moderna. Combinan lo mejor de dos mundos: propiedades funcionales sin rival y bajo costo. Su uso ha incrementado 2000% en los últimos 50 años y se espera que aumente otro 100% para el 2038. Veamos como se está encarando este reto a nivel global y hacia dónde transita la nueva economía del plástico.

Sería difícil encontrar alguna persona que no entre en contacto con el plástico todos los días. Los empaques son quizás la aplicación más común de este material (26% del total producido). Un reporte elaborado por la Fundación Ellen MacArthur, “The New Plastics Economy: Rethinking the Future & Catalysing Action” plantea el reto y posibles soluciones.

El reporte dice que el plástico ofrece muchos beneficios, pero el uso excesivo del mismo tiene desventajas que cada día son más visibles. Tras un ciclo de uso muy corto, 95% del valor de los empaques de plástico, calculado en US $80–120 mil millones, se pierde en la economía. Y es que un 32% de este material evade los sistemas de recolección y reciclaje.

Esto genera costos importantes al impactar la fertilidad de ecosistemas naturales como los que existen en los océanos. En las zonas urbanas, los residuos de plástico afectan la infraestructura de drenaje de las ciudades por mencionar uno de los retos. Si a ello le sumamos el costo de las emisiones de CO2 durante su producción, calculado en US $40 mil millones anuales, el problema supera la utilidad económica generada por la industria de empaques de plástico. Claramente, existe un área de oportunidad: lograr mejores resultados económicos y ambientales en esta industria.

¿CÓMO MEJORAR LA ECONOMÍA DEL PLÁSTICO?

Los empaques de plástico tienen muchas ventajas. Por ejemplo, reducen el desperdicio de alimentos al incrementar la vida de anaquel de muchos productos. También reducen el consumo de combustibles al reducir el peso de transportar productos terminados en los sistemas de distribución. Si bien los beneficios del plástico son cuantificables, los problemas radican en malas prácticas de uso o falta de sistemas eficientes para reincorporarlos a los sistemas productivos.

Alimentos envueltos es plástico

El reciclaje es un buen ejemplo de cómo mejorar la economía del plástico. Por ejemplo, la tasa de reciclaje del acero oscila entre 70-90%; el papel contribuye con un 58% del total producido. La mayoría de los empaques de plástico se usan una sola vez, especialmente en productos de consumo masivo. Su tasa de reciclaje global ronda el 26%. Esto es una de las razones principales por las cuales por lo menos 8 millones de toneladas de estos residuos llegan al mar cada año.

Para visualizar el tamaño del problema, imaginemos tirar el contenido de un camión de basura al océano cada minuto. Si no actuamos ahora, esto llegará a ser dos camiones por minuto para 2030 y cuatro camiones para 2050. Según los cálculos, los empaques de plástico representan la mayor parte de esa basura.

Las investigaciones globales señalan que hoy existen 150 toneladas de plástico en el océano. Al ritmo actual, esto será una tonelada por cada tonelada de peces para 2025 y en 2050, más plásticos que peces (por peso). Los plásticos contienen una mezcla compleja de sustancias químicas que probablemente afectan la salud humana y el medio ambiente. Es por ello la urgencia de actuar ahora para evitar los posibles efectos sobre las comunidades y poblaciones en general.

¿CUÁL ES LA VISIÓN DE LA ECONOMÍA DEL PLÁSTICO?

La visión general de la economía del plástico es clara y sencilla. Conceptualmente, postula que los plásticos nunca deben convertirse en residuos. En vez, deben reincorporarse a los sistemas productivos como materias primas para prolongar su vida útil dentro de una economía circular. La meta es desarrollar formas de manejar el plástico para mejorar los resultados económicos y ambientales.

Existen diversos esfuerzos a nivel internacional pero falta mucho por hacer. La falta de estándares y coordinación en la cadena de valor del plástico ha permitido una proliferación desarticulada los elementos que hacen una economía circular. Hay tanta diversidad en materiales, formatos, etiquetajes y esquemas de recolección, organización y reprocesamiento que enfrentamos una labor titánica. Pero, es absolutamente necesario hacer algo al respecto.

Con una economía circular para los residuos de plástico, se reducirá la fuga de estos materiales a los ecosistemas naturales, especialmente al océano. En México, como parte de una iniciativa internacional de Geocycle y la GIZ, por encargo de la BMZ, están trabajando en la estrategia OLAS: Océano Limpio. Esta iniciativa busca reducir la llegada de plásticos a las hermosas playas y ecosistemas marinos de Quintana Roo.

Muelle en Puerto Morelos, Quintana Roo

BMZ son las siglas del Ministerio Federal para la Cooperación y el Desarrollo Económico de Alemania. Fundado en 1961, este organismo trabaja para fomentar el desarrollo económico en su país y en otras naciones a través de la cooperación y las alianzas internacionales. Colabora en diversos proyectos con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las Naciones Unidas. Geocycle -una filial de LafargeHolcim- es un líder global en la gestión de residuos para el coprocesamiento.

¿Qué es el coprocesamiento?

El coprocesamiento es una tecnología que convierte residuos, tales como plásticos, en una energía alterna para hornos de cemento. Además, aprovecha los minerales contenidos en los residuos para integrarlos como materia prima en el producto terminado. Con ello, se alinea al concepto de la economía circular.

Conoce más sobre la estrategia OLAS: Océano Limpio.

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